CRUZ DE GÚIA: madera tallada y dorada realizada por Guzmán Bejarano. Lleva el escudo mercedario en el travesaño.
FAROLES: Exagonales y decorados con angelitos. Villareal, 1974.
BANDERÍN MERCEDARIO: de color rojo y bordado de Rincón Galicia en 1970, el asta y la vara de Celis. Posteriormente se le han añadido cintas alusivas a la Coronación de la Señora.
GUIÓN DE SAN FERNANDO: preciosa insignia, del año 1970. La gran cultura del artista le inspiró su confección sobre damasco morado con bordados a realce y recortes, que efectivamente es el color simbólico del antiguo reino de Castilla, y además incluyó aquí una representación de la primitiva Puerta Real o de Goles, en mala hora derribada, que tan vinculada estuvo a la presente devoción mercedaria.
Asta labrada por los hermanos Celis y rematada por una pequeña estatuilla del 17 Santo Monarca, fundida según modelo de Álvarez Duarte (por aquel entonces el artista era vecino del barrio y tenía su estudio a dos pasos de la capilla, en la calle Aguiar). En su envés lleva la siguiente leyenda: “Fernando quebrantó las puertas de hierro de Sevilla y el nombre de Fernando brilla entre los astros del cielo”.
PALMA: Bandera Mariana, estrenada en 1976 y que llamó mucho la atención por su desacostumbrado aspecto. El paño se refiere a la Asunción, pero el asta es una palma metálica (recordando al Misterio de Elche), coronada a su vez por una pequeña Inmaculada. A pesar de su originalidad, de su buena intención y simbolismo, no se puede decir que esta insignia fuera precisamente un éxito, por salirse de la tónica normal cofradiera sevillana. Actualmente suele quedar piadosamente «olvidada» al organizarse el desfile procesional.
LIBRO DE REGLAS: en plata de ley, cuyo metal se sacó de las ricas monedas (antiguas piezas alfonsinas) que una persona devota depositó anónimamente en el cepillo de la capilla. Repujado por Jesús Domínguez, 1962. La estampa decimonónica del Cristo de la Redención que va en su interior, es aprovechada, pues bien claramente se ve el título pegado y añadido; de todas formas tiene su sabor y encanto, como corresponde a una lámina del malagueño Francisco Mitjana.
ESTANDARTE CORPORATIVO: bordado en oro sobre tisú de plata. Es la única insignia no bordada por Rincón, sino que fue realizada por Carrasquilla en los años 40. Ha conocido varias renovaciones del tejido que lo sustenta, una de ellas creemos que en 1962. Primeramente estuvo sobre terciopelo blanco y luego sobre tisú de plata, pero por ser telas poco sufridas, que se ensuciaban o ennegrecían fácilmente, en 1982 se cambió a terciopelo burdeos. No obstante, el afán por recuperar los elementos propios de la iconografía mercedaria llevó a recuperar el color y tejido original, restaurándose en 2013 por el taller Mariano Martín Santonja.