De vuelta a Quinindé
En la mañana del 29 de junio, a punto de embarcar en su vuelo anual a Ecuador para atender las misiones, nuestro Director Espiritual, nuestro hermano desde su infancia, don Juan Luis García García, párroco de San Joaquín de Triana, director del COF y capellán del acuartelamiento de la Guardia Civil de Montequinto, nos envía este último mensaje antes de partir.
Lo reproducimos por su interés. Lo acompañamos en la distancia y lo apoyamos con nuestras oraciones y nuestros medios. Que Dios lo bendiga a él y a su benéfica labor.
»… Buenos días a todos, ya ha llegado el momento de partir para Quinindé un año más. Estoy en la T4, con los seminaristas que el Arzobispo me he encomendado y me quedan pocos minutos para embarcar. Deseo que mis últimas letras sean para todos vosotros que habéis hecho posible un nuevo año más que los proyectos que llevamos a cabo allí se puedan realizar. Vuelvo con la misma ilusión que en los años anteriores, sabiendo que no estoy solo, pues sois muchos los que rezaréis para que esta misión llegue a buen término. Lo primero que deseo es daros las gracias por vuestra generosidad, cada día le doy gracias a Dios por la Divina Providencia que nos concede aquello que no nos atrevemos a pedir. Fijaros que la idea que tenía era la de recaudar unos 3.000 a 4000 euros, lo que no nos llegaba para cubrir un proyecto de ayuda a personas mayores, enfermas, o desahuciadas y gracias a Dios hemos recaudado gracias a vuestra generosidad 21.000 euros, lo que nos da para costear el proyecto entero durante un año y poder construir cuatro casas más. ¿ Es o no es confiar en la Divina Providencia?. Pero todo esto gracias a muchos de vosotros.
Pero no nos podemos quedar solo en la parte crematística, hay algo más importante que tenéis que hacer y esto es, que oréis por los proyectos pero en especial, para que seamos capaces de llevar y presentar a un Dios que sale al encuentro del hombre para hacer con él una historia de salvación. Pero también quiero que recéis y si es delante del Sagrario donde esta presente y real el Señor mejor que mejor, por algunos proyectos que he dejado inacabado en Sevilla, para que lleguen a buen término. Bueno aquí acaba la cosa, ya están llamando para el embarque. Un fuerte abrazo para cada uno de vosotros y para vuestras familias. Os tendré a todos presente en mis oraciones y de vez en cuando os mandaré uno de esos reportajes pesados que mando sobre lo que hacemos allí…».