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HÁBITO MERCEDARIO

ESCAPULARIO: tisú de plata bordado en oro por Mariano Martín Santonja en el año 2013. Lleva en la parte superior el escudo mercedario en grande y en raso de color rojo. Donado por un grupo de hermanos.

SAYA DE SALIDA: tisú de plata bordada en oro, donada por el matrimonio Rincón en 1963. En su origen era de terciopelo blanco. Por abajo lleva una bandoleta en color celeste. Es la más rica de todas las sayas y la que frecuentemente luce en su salida procesional. Acompaña una cotilla o cíngulo bordado en oro, realizado por Fidelia Tercero Valero según diseño de Mariano Martín Santonja, y estrenado en la salida de 1998. En el año 2012 se le cambió la blonda de las mangas por una de oro, regalo del por entonces Prioste 1º.

ESCAPULARIO DE MANO: escapulario de tamaño reducido que lleva la Stma. Virgen en su mano o brazo derecho. Es de tisú de plata bordado en oro por Mariano Martín Santonja en el año 2013. Lleva el anagrama de María y el escudo mercedario. Donado por un grupo de hermanos.

MANTO BLANCO DE SALIDA: manto procesional de tisú de plata confeccionado en 2012 por María Dolores y Vicente Ramos Cadaval. Es liso, sin tener bordado alguno. Donado por un grupo de hermanos.

CORREA MERCEDARIA: realizada en terciopelo negro y canutillo de oro por Vicente Ramos Cadaval en el año 2013. Donado por Carlos López Montañez.

GRILLETES: cadena con grilletes separados realizados en metal plateada por el orfebre hinojero Gustavo Larios. Donado por un grupo de hermanos.


SAYA DEL VALLE
: saya en terciopelo azul marino oscuro, bordada en hojilla de plata auténtica, al estilo de la cofradía del Valle. Fue regalo en 1980 del hermano de esa cofradía don Rafael Delgado Artigas, que hizo el dibujo y que también era entonces prioste de las Mercedes. La prenda tiene su emotiva historia, pues la ofreció en acción de gracias por un favor recibido de la Señora.

SAYA ANTIGUA DE SALIDA: de recorte y pedrería sobre raso, Antonio Rincon Galicia.

SAYA TORERA: saya de terciopelo rojo corinto cuyos bordados proceden de los trajes de luces de Diego Aparicio, Diego Puerta y el Litri. Realizada por Rincon Galicia. Combina con un manto azul corto de camarín, este último de un traje de Diego Puerta.

SAYA VERDE: saya de terciopelo verde oscuro, basada en los bordados asimétricos decimonónicos. Es también de recortes a relieve realizado por Rincón. Se terminó y se le dieron los últimos toques durante el verano de 1983.

SAYA DE LOS CUERNOS: saya roja de terciopelo, bordada en recortes a relieve, donde por primera vez se mezclan telas de oro con detalles de plata, alcanzando un gran efecto decorativo y colorista. Va ornamentada por un dibujo a gran resalte, el cual incluye unas especies de flameros o cuernos de la abundancia. Combina con un manto de terciopelo verde corto.

SAYA BLANCA: según dibujo del prioste de la cofradía del Museo, Paco Santos. Va sobre raso de seda natural, el tejido típico de los trajes nupciales. Hacia 1971 (fecha aproximada). Obra igualmente de Rincón, y con técnica de aplicación.

SAYA BLANCA: también sobre traje de novia y con la misma técnica.

SAYA BLANCA: también sobre traje de novia, ornamentada con flores de colores y tallos delgados de cordoncillos.

SAYA EN RASO VERDE: o verde agua, procedente del traje de novia de la madre de Fernando Garduño, conservando el dibujo original en la disposición de los curiosos abalorios blancos o «mostacilla», estilo «Belle Epoque», que la recaman. Apenas se utiliza actualmente.

SAYA ROSA DE ENCAJE: Apenas se utiliza actualmente.

SAYAS DE BROCADO AZUL Y MORADO: Apenas se utilizan actualmente.

CÍNGULO DE SALIDA: realizado en oro a realce y hojillas de oro por Francisco Carrera Iglesias, según idea de Carlos López Montañez. Se estrenó en el año 2007, durante la procesión a la Catedral para presidir el Pregón de las Glorias de Sevilla.

TOCA DE SOBREMANTO: bordada en realce sobre malla de oro. Con esta prenda Rincón enriqueció aún más el vestuario de la Virgen, en 1974. Restaurada y enriquecida en 2007 por José Manuel Lozano.

MANTO ROJO DE SALIDA: manto procesional de terciopelo rojo, 1973, al que se le superpusieron adornos de tres trajes de luces (Diego Puerta, Julio Aparicio y Miguel Báez el Litri). Fue realizado por Antonio Rincon Galicia.

MANTO AZUL DE SALIDA: manto procesional de terciopelo azul oscuro, con doble cenefa perimetral, ornamentación de roleos vegetales sobre el eje centra y salpicado lateral con flores estrelladas de cinco puntas, todo ello de aplicación. Obra de Juan Antonio Curquejo, 1997.

MANTO DE CAMARÍN AZUL: manto azul corto de camarín, de un traje de Diego Puerta. Combina con la saya torera. Solamente tiene bordada las vistas delanteras.

MANTO DE CAMARÍN VERDE: manto de terciopelo verde corto, donde se sigue el mismo procedimiento decorativo que la saya de los cuernos, con la que combina. Solamente tiene las vistas delanteras recamadas, ya que es para diario o camarín, y también se usa para el besamanos. En el centro de cada lado de dicho manto se disponen cuencos de flores.

PETOS: La Stma. Virgen posee 3 petos de distinto tipo y material. El de mayor valor es el peto de tisú de plata con borde ondulado, ejecutado y donado por José Manuel Lozano para el año 2007.

HÁBITO MERCEDARIO: en el año 2012 la hermandad recibió la donación de un habito mercedario de diario realizado por Juan Manuel González, que incluye saya de damasco y habito y escapulario pintados a mano. De esta forma se recupera de forma sencilla la iconografía de la Merced, perdida en nuestra imagen desde hace varias décadas.

AJUAR DE DIARIO: Además de lo citado, la Stma. Virgen posee diversos mantos de camarín sin bordar pero en tejidos ricos y variados: manto de raso rosa, manto de raso blanco roto, manto de terciopelo rojo, manto de terciopelo burdeos, manto de terciopelo morado, dos mantos de hebrea azul marino uno de raso y otro de terciopelo, manto celeste de damasco, manto de flores y manto blanco, regalado por la hermandad de la Paz. Así mismo posee diversos encajes de distinto valor y variedad y tocas de sobremanto que componen el ajuar de diario de la Stma. Virgen.


ALHAJAS

– Rosario de oro.
– Diversos rosario de menos valor (diez u once).
– Dos zarcillos de oro y corales, obsequio de la ya tantas veces citada doña Ángeles Rebollo.
– Pendientes de oro y brillantes, estrenados el domingo 27-9-98, donados por las mujeres de la corporación.
– Pulsera barbada, regalo de don Francisco Ruiz Tiravit.
– Esclava de oro de ley, ofrecida en 2003 por Dª María Prados Losa.
– Alfiler con el nombre de Mercedes. Dos, uno de salida, otro para diario, ambos de oro.
– Alfiler con medalla en oro de los titulares de la Cofradía del Museo, ofrecido por esta corporación al hermanarse con la de las Mercedes. Lleva la fecha del acto: año 2000.
– Corazón de plata pendiente de una cadena. Contiene una reliquia de la fundadora de las Siervas de Jesús.
– Cinturilla o fajín con piedras de imitación y perlas.
– Rosario donado por el pregonero de las Glorias 2007, José Antonio Rodríguez Benítez.
– Rosario y medalla en plata de la Virgen de la Sierra, donados en 2007 por un hermano egabrense.

Entre otras muchas joyas como broches, anillos, pendientes..etc, con diferente valor y calidad.


Ajuar del Niño Jesús

TÚNICAS DEL NIÑO JESÚS: posee tres túnica bordadas: en blanco, en rojo y en azul oscuro. Esta última es la más rica de todas. Su autora fue Fidelia Tercero Valero (año 2000), quien la recamó con una vistosa mixtura de realce y hojilla. La donó la Hermandad de Ntra. Sra. de la Victoria de Manzanilla (Huelva). Además posee otras túnicas sin bordar pero en tejidos ricos y escogidos.

TRAJE DE NIÑO CAUTIVO: a semejanza del que tenía hasta 1979. Confeccionado en tisú de plata por María Dolores y Vicente Ramos Cadaval en el año 2012. La capa lleva blonda de oro. Donado por un grupo de hermanos.

HÁBITO MERCEDARIO: traje de mercedario»pobre» realizado en tela de color blanco crudo por Lola Bonilla en el año 2012.


Antonio Rincón

Para la Hermandad de las Mercedes ha sido una suerte contar con la actuación de don Antonio Rincón Galicia, cuya esposa doña Ángeles Rebollo fue camarera de la Virgen, en un plano más inmediato y realista que las Siervas de Jesús o las Infantas.

Antonio Rincón, con los reposteros o aplicación de tejidos dorados, hizo un verdadero arte. Un hermano de las Mercedes lo llamó graciosamente «el rey del recorte» y era verdad. Se necesita gracia, habilidad e inventiva para combinar las telas, para rellenarlas y fingir con ellas lo que los técnicos llaman «bordado a realce». Por cierto, que esta especialidad del recorte ha tenido mala fama entre los cofrades, como si fuera un arte menor, secundario o más barato. Aprovechamos la ocasión para decir que tal juicio es notoriamente absurdo e injusto. La belleza de una prenda radica en su efecto final, no en el procedimiento que se siga para confeccionarla. Además, con una técnica análoga (tapiz absolutamente plano) se creó esa maravilla de clasicismo que era el techo palio de la Virgen de la Victoria.

Rincón no solamente dominaba esto del recorte en sus dos dimensiones (plano o relieve), sino que además despiezaba y volvía a recomponer los trajes de luces, dándole un nuevo sentido cofradiero a los alamares y lentejuelas que un día brillaron bajo el sol de la Maestranza. Por supuesto que también hacía bordado «normal», al realce, en canutillos, hojilla, hilos o sedas de colores.

Con algunas de tales técnicas, o con todas combinadas, fue creando para la Hermandad el magno ropero que ésta posee. Ya quedaron citados en su lugar oportuno los faldones del paso. De parecido estilo e igual buen efecto es el dosel que cobijaba antes a la Virgen en su capilla, y que en realidad se hizo para los cultos solemnes hacia el año 1965. Actualmente tan solo se conserva del mismo una parte de la gotera del mismo.

Al lado de este abundante repertorio procesionista, no se han descuidado –ni mucho menos- los ornamentos litúrgicos: Ya en 1964 Rincón ejecutó una capa pluvial. En 1972, las dalmáticas. En 1983, a pesar de sus achaques y enfermedades, que le habían obligado a desistir de otros trabajos, estaba bordando con grandísima ilusión una casulla concepcionista en celeste y plata, con cenefa central donde se incluye la reproducción cromática de una efigie de la Pureza,y dos jarras laterales de azucenas. Precisamente, ello nos daba la medida de su sensibilidad: que en pleno siglo XX un artista se afanara y volcara todo su esfuerzo en una prenda que sólo se usará durante un día al año (el 8 de diciembre), era algo que únicamente se concibe cuando lo mueve una fuerza superior, en este caso su amor hacia la Señora, dentro de los más puros ideales caballerescos sevillanos.

Fuente: Juan Martínez Alcalde